El polen de abeja es conocido por sus numerosas propiedades, de hecho, algunas de ellas, a nivel curativo. Se puede ingerir como complemento nutricional, pero es necesario investigar más para poder afirmar que tiene cualidades terapéuticas. A pesar de ello, se puede decir que los beneficios del polen son múltiples gracias a sus principios bioactivos, la mayoría de ellas tienen su origen en las plantas, con propiedades antioxidantes.
Sus propiedades se deben a los componentes antioxidantes de las plantas, las cuales previenen el daño celular y la aparición de enfermedades cardiovasculares o inflamatorias. Así, las propiedades del polen son:
Función energizante y reconstituyente natural ya que proporciona la energía que necesitamos en cada caso.
Fortalece el sistema inmunológico, es decir, nuestras defensas.
Ayuda a facilitar la digestión, además de prevenir enfermedades del hígado y regenerar la flora bacteriana intestinal.
Refuerza los vasos sanguíneos y ayuda a controlar los niveles del colesterol, triglicéridos y equilibra el pH sanguíneo, por su alto poder antioxidante.
Un fantástico aliado femenino para los problemas con la menstruación o los trastornos derivados de la menopausia, por su poder antiinflamatorio. Además, es recomendable para problemas de próstata y de las vías respiratorias.
Memoria Otro de los beneficios del polen es que aumenta el nivel de concentración y estimula la memoria.
Regula el sistema nervioso, mejorando el estado de ánimo y reduciendo el estrés.
Mejora la visión, por su composición en riboflavina.
Regula la hipotensión.
Fantástico suplemento protector para pacientes con cáncer que están pasando por un tratamiento de quimioterapia o radioterapia.
Mejora la potencia sexual y combate la impotencia.
Detiene la caída del cabello en algunos casos, por su contenido en cistina.
PROPIEDADES
Carbohidratos: Los cuales suponen entre un 31-40% de su composición, la cual está formada por azúcares simples, como pueden ser la fructosa y la glucosa.
Proteínas: las cuales forman el 20-23% de la composición del polen de abeja. Además, aporta un 10,4% de aminoácidos esenciales, sustancia que el cuerpo por sí misma no puede producir y que necesita ingerir mediante la dieta, como por ejemplo: alanina, arginina, cistina, glicina, lisina, fenilalanina, triptófano, etcétera.
Grasas, cuya composición alcanza entre un 5-10% y entre los ácidos grasos esenciales más abundantes se encuentran el linolénico y el linoleico. Además, contiene pequeñas cantidades de fosfolípidos y fitoesteroles.
Vitaminas: el polen de abeja presenta una gran variedad de vitaminas entre sus componentes. Sobre todo, es rico en vitaminas del grupo B, como la B1, la B2 y la B6, así como en vitamina C. Pero, también contiene otras como el ácido nicotínico, el ácido pantoténico o la Colina. Sin duda, es uno de los alimentos más ricos en vitaminas que podemos encontrar.
Minerales como oligoelementos: aporta potasio, sodio, magnesio, manganeso, silicio, calcio, fósforo, hierro, entre otros.
Sustancias bioactivas: como carotenoides y flavonoides, cuyo contenido es vital como antioxidante, pues ofrece una resistencia a los vasos sanguíneos. Pero este contenido puede variar de un polen a otro dependiendo de la fuente de alimento de las abejas.
Combate la rinitis alérgica, a largo plazo
La dosis recomendada de polen es de 20 g en adultos (una cucharada sopera) dos veces al día y de 10 g (una cucharadita) en niños. No obstante, pregunta en la farmacia o comprueba las indicaciones del fabricante porque la posología puede variar según la finalidad.
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